Sobre el escenario desfilan varios personajes de historieta: Esteban Callao, un escritor consagrado, actualmente preso de la decadencia creativa; Alejo Méndez, un joven aprendiz, imprevisible, ambicioso, audaz; una esposa insoportable, que encandila, que ensordece; una vecina delirante, que va desplazándose desde la periferia hacia el centro de la trama, donde logra instalarse junto a su joven cautivo; un abogado ciertamente publicitario: imagen, retórica, fluidez y aparente sinceridad, todos recursos para un fin, para el logro de su objetivo. Aquí están, estos son: personajes intencionalmente estereotipados, al servicio de la temática de historieta que la pieza propone. Humor y complicidad con el espectador, absurdo y delirio, y el suspenso característico del cómic: una mezcla de condimentos que dan como resultado una pieza entretenida, con una pizca de oscuridad. Temas como la salvación económica, la liberación y el poder transitan la pieza con cierta ligereza, y un sentimiento constante de confusión, de redescubrimiento nos invita a preguntarnos varias veces “¿quién es quién?”.
La estética de cómic que la obra propone inunda todos los costados: elementos auditivos como los sonidos de historieta televisada son un recurso recurrente, así como el pregnante vestuario setentista, que temporalmente nos aleja del famoso cómic estadounidense de los años 50s, y nos trasporta a la época de Oesterheld, Pratt y la Mafalda de Quino. La actuación, que en primera instancia parece inverosímil por estar representando un rol estereotipado, es aceptada por el público, aporta verosimilitud y no deja baches. Cada movimiento se articula con el siguiente, en un prolijo despliegue de voz, cuerpo e intención, siempre es consonancia con la estética propuesta. Destacadas actuaciones en un clima de juego y conflicto intermitente. Y la mano de otro actor, que debuta como director teatral en esta pieza: Nicolás Scarpino. No es de extrañar que en su primera obra sea la actuación la que tome el primer plano. Otro elemento que adquiere protagonismo, aún cuando rompe con la ilusión de historieta, es el aditivo audiovisual: una pantalla que nos trae ese exterior que no se ve sobre el escenario. Un fuera de escenario, pero sobre el mismo. Un recurso paradójico, que da continuidad a la trama, pero que contrasta fuertemente con la presencia dramática que se vive sobre el escenario. Su función es meramente informativa: sin ser una propuesta opuesta, tampoco encaja en la idea escénica.
Los invitamos a ver la obra, todos los viernes de agosto y hasta el 10 de septiembre, en El Cubo.
Valeria Alvarez
EL CUBO
Zelaya 3053 - entre Jean Jaures y Anchorena (Abasto)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4963-2568
Web: http://www.cuboabasto.com.ar
Entrada: $ 60,00 - Viernes - 00:00 hs
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Dramaturgia: Adrian Pajhon
Actuan: Juan Barreiro, Diego Corán Oria, Anita Gutierrez, Karina Hernandez, Lautaro Metral, Adrian Pajhon
Participación: Sergio Calvo, Jimena Conde, Micaela di Fiore, Héctor Díaz, Ale Fidalme, Diego Ramos, Nicolas Scarpino, Florencia Valerio
Vestuario: Loreley Portas
Diseño de vestuario: Loreley Portas
Diseño de escenografía: Gonzalo Cordoba Estevez
Diseño de luces: Sandra Grassi
Realización de escenografia: Gonzalo Cordoba Estevez
Audiovisuales: Gonzalo Murna Losada, Martín Vatenberg
Música original: Nacho Medina
Fotografía: Rocío Crudo
Diseño gráfico: Karina Hernandez
Asistencia de escenografía: Dalia Kluger
Asistencia de dirección: Kevin Cass
Prensa: Octavia Gestión Cultural y Comunicación
Producción ejecutiva: Juan Paya
Dirección: Nicolas Scarpino
Web: http://www.facebook.com/quienesquien
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