Inception

El estreno de Inception (El Origen) de Christopher Nolan generó muchas expectativas en los medios locales e internacionales. Un tema controvertido, no por tabú sino por desconocimineto (el terreno de los sueños y modificaciones de las conductas a través de ellos) pudo haber sido la causa, pero también el gran elenco que lo forma ha dado que hablar.
Protagonizada por actores para nada modositos, (hay que pensar que no siempre en todas las películas es necesario que los actores se destaquen eclipsando la película), cada personaje desarrolla su personalidad (que no tiene por qué ser desmedida o increíblemente desarrollada, después de todo, ¿quién tiene una personalidad asi?). A pesar de lo que se dice en algunos medios muy críticos, yo creo que es ingenuo pensar que el papel de Leonardo Di Caprio guarda parecidos importantes con el papel que tuvo en la película de Scorsese, Shutter Island.
Para cualquier espectador medio, Inception es una película argumentalmente complicada, requiere de mucha atención durante más de dos horas y entender absolutamente todos los eslabones para no perderse en la cadena. La narración no se detiene para imponer explicaciones, las explicaciones se van dando de manera sutil y elegante, no es estúpida ni grosera la manera en que se van dosificando las explicaciones. Y sí, las explicaciones son necesarias, porque estamos ante un tema que no es de lo más común.
La idea del tótem de protección es algo que en los espíritus curiosos y humildes se da con frecuencia, hay algo, un objeto en este caso, protegido del tacto de los demás, que al mismo tiempo es protector nuestro, es la salvación ante la locura, ante quedar perdido en el medio entre un sueño y la realidad convencional. En algún punto, el desórden psiquiátrico llamado "despersonalización" o "desrrealización" tiene mucho que ver con lo que narra la película. En la despersonalización, la persona siente que su estado es el de un sueño, eso según los manuales, pero también se sabe que la persona no termina nunca de sentirse adentro del sueño, y esa es la razón por la cual es una sensación por demás desagradable. La despersonalización podría ser el modo en el cual la persona está en el medio, es como el limbo del que se habla en la película. Un lugar del inframundo pero del que no se puede salir ni entrar, es el medio exacto, el medio donde uno queda afuera. Ni sueño ni realidad.

El tótem, el objeto protector que la gente mundana a veces precisa por los peligros de la propia mente, puede funcionar como una gran reminiscencia del Rosebud de Citizen Kane, por otro lado, a pesar de que no tiene mucho sentido decir a qué nos hizo acordar la película o a qué no, es innegable que es un ejercicio divertido, por eso, también le encontré muchos parecidos a la escencia del film con la pelicula de Richard Kelly Donnie Darko, donde se plantea de igual manera la existencia de dos o más realidades, claro que en Donnie Darko ya no se habla de niveles oníricos sino de agujeros en el tiempo y de sus viajes, de modificaciones en el pasado para poder modificar de la misma manera el presente.

Paradojas y contradicciones lógicas en la arquitectura a la misma manera de Escher a veces nos llevan a reflexiones, es por eso que de la película nadie puede salir tranquilo.
Por otro lado, la película nos llena de preguntas y nos deja sin respuesta la mayoría de las veces: se puede inducir la idea de suicidio ??? (esto puede ser relacionado con los recientes sucesos de suicidios presuntamente inducidos en Rosario de la Frontera), puede salirse de la culpa de estar al lado (esta es otra paradoja) del suicida? Esta es la parte más íntima de la película, aquella donde no es necesario meternos, donde mejor lo dejamos en la mente del espectador. Es el momento real de la película, el momento por el cual vale la pena toda la narración.



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