¿Vos sos el amor? Dramaturgia y dirección por Mila Vera. En el Teatro El Piccolino.

 

¿Vos sos el amor?

De Mila Vera

 

Por Roberto Camarra, especial para Rayo Verde.

 

La banda de sonido de los campings está hecha de esos guitarristas que enganchan las músicas por un capricho hecho de impulsos, verdaderos disc jockeys de las cuerdas que producen climas y luego de rasgueos apenas acabados o que no podemos reconocer, llegan a aquellas que supimos cantar o bailar todos alguna vez y entonces el camping se enciende. Esos músicos operan de despertador del campamento, anticipan el atardecer y hacen que las melodías lleguen más fuertes o apenas audibles de acuerdo a la distancia de los escuchas y del capricho del viento. Esas presencias hacen que el visitante ocasional del parque se pregunte o les pregunte si recién llegaron o si siempre estuvieron ahí, como un árbol o una piedra que canta.

En los campings los viajeros pueden estar indecisos o inquietos o molestos en las opciones del viaje: en lo que decidirán dentro de las elecciones de sus posibilidades. Los viajeros en el entorno natural pueden caer en el reconocimiento/descubrimiento del compañero del viaje; e interrogarse sobre si el otro es nada más que la pareja de viaje, un viejo compañero del colegio al que nos acostumbramos o lo que descubrimos pensando en el amor. A veces, en los viajes, podemos ponernos caprichosos. Tal vez es la incertidumbre o la expectativa desmedida del camino o es la indecisión de quedarse o seguir. Los campings en los cerros son así, y los ruidos arrastran la intimidad hasta los otros que pueden adivinar quién se revuelve inquieto porque sueña pesadillas y quién tarda en despertarse de un sueño reparador. En los campings estamos demasiado expuestos a que se escuchen las desavenencias de las parejas viajeras y a esquivar a las administradoras con las que no queremos intimar o coincidir ni frente al fuego de la noche. Muchas veces, los pueblos no quedan tan cerca de los campamentos y tienen peñas erráticas como los visitantes que no llegan a destino; en esos parajes de pueblos cercanos, sobreviven tiendas con baratijas demasiado caras para turistas. A veces, con una mochila desordenada, nos preguntamos si nos detendremos o iremos a seguir, dejando lo que fue nuestra provisoria casa atrás: el cerro que aún nos quedaba pendiente por escalar o continuar y conocer otros lugares nada más que por el impulso de no detenerse.

Dentro de las ficciones que nos atraviesan en la oferta de la televisión, en las plataformas y en los medios en general, todo es conflicto terminal y sin salida, un caos violento de reproducciones en espejo del estado de violencia general. Afuera, la ciudad es un desierto de demoliciones y el sol apenas pega en las veredas, oculto entre moles de torres con espacios minúsculos, difícilmente podamos ver el atardecer.

Pero entre todo este panorama, quedan los pequeños teatros, el teatro independiente, casi como un recreo o un camping entre los cerros de la ciudad en la que la manera en que el tiempo ocurre es otra. Y quedan obras como ¿Vos sos el amor? que trabajan, y se nota, exactamente con lo que nos conecta, con lo que perdimos, con lo humano, a través  del evidente placer de la actuación de sus protagonistas que juegan a sugerir, a indicar, que algo todavía no ha podido conquistarnos del todo.

Son pequeñas obras que son un poco como esa espera de los atardeceres sugeridos, allí atrás de los espectadores.  ¿Vos sos el amor?  transcurre así, al susurro del fuego de los fogones en donde se encienden los restos de las poesías escritas a escondidas y en donde aparece el refugio del teatro. No en los paisajes imponentes del sur, en otro lado,  un modesto  lugar perdido hecho de escaladas de la espera, en los que decidimos preguntarnos si vamos a subir hoy a ver cómo el sol cae, si debemos irnos y sobre todo, nos interroga en el momento en que aún somos jóvenes y podemos soñar con carreras universitaria y desafíos de un futuro lleno de posibilidades en dónde está el amor, quién es el amor, quién puede compartirlo con nosotros. Delicadas piezas de teatro que nos hablan de aquello que alguna vez fue parte nuestro y que realmente lo sentimos desde un cariño que habíamos olvidado: campamentos de un tiempo sereno siempre abiertos para que podemos respirar el aire puro y reparador. Pequeñas obras teatrales que nos conectan con lo bueno aún en estos terribles tiempos en que la naturaleza parece que no recuperará la desventaja que le lleva el deterioro. En los campings teatrales dispuestos al tiempo compartido de estas obras podemos todavía llenarnos los pulmones, fugaz e imprescindiblemente, reparadoramente, por el tiempo que dure la función.

 

¿Vos Sos El Amor?

Dramaturgia y dirección por Mila Vera.

En el teatro El Piccolino. Fitz Roy 2056.

Intérpretes: Camila Comas, Victoria Pepe, Lucas Montagna y Diego Rosso.

Jueves a las 21 horas.

 

Diseño de iluminación: Carolina García y José Binetti.

Diseño y realización de escenografía: Martina Petrocelli.

Diseño y realización de vestuario: Martina Fittipaldi

Diseño de flyer e ilustración: Victoria Speranza

Producción y comunicación: Cultura Circular

Prensa: Kevin Melgar

Producción. Flor Tevez

Asistencia de dirección: Mateo López Cornejo

Dramaturgia y dirección: Mila Vera