Hace unos pocos meses en el Festival de cine de Cannes sucedía algo inédito, extrañamente inédito diría, luego de 62 ediciones por vez primera era un largometraje de animación el encargado de dar el puntapié inicial a uno de los mas ponderados eventos cinematográficos.
Esbozo un dejo de extrañeza porque no me deja de sorprender el lugar que le cedieron en esta situación a un “dibujito animado”, festejo esta elección, no se confundan, pero no me conformo.
Me declaro molesto porque la historia del cine, al menos la que me enseñaron, comienza desde su primera línea negando a los dibujos animados. Creo que a todos los que estudiamos alguna vez cine nos contaron una historia semejante, la creación del cine en manos de los hermanos Lumière, en algunos casos se nombrará una invención casi simultánea de Edison.
A quien seguramente no nombraron fue a Émile Reynaud, y si, para su fortuna, fue citado, probablemente fue como predecesor del cine o en el mejor de los casos como el creador de los dibujos animados, con su “teatro óptico”.
Alejémonos un poco del nombre y desglosemos el funcionamiento de este artefacto. Un mecanismo de engranajes (posiblemente un conocimiento heredado de su padre relojero) desplazaba de forma continua una banda transparente con quince imágenes sucesivas pintadas a mano (allí es probable, entre en juego lo aprendido de su madre ilustradora), la continuidad la daba nada más y nada menos que una cantidad de perforaciones equidistantes.
Una luz retroproyectaba sobre una tela las imágenes, las cuales se superponían sobre otra proyección que actuaba como fondo.
Allí no termina la cosa, Émile además adicionó un dispositivo similar a los de las pianolas o las cajas de música, un rodillo con pequeñas elevaciones que accionaba sincronizadamente un sistema musical.
Lo más llamativo de todo esto es que la patente del “Théâtre Optique” data de 1892, sin embargo las proyecciones, y ahí es donde se nubla un poco la historia ya se venían sucediendo desde 1888. Tengamos en cuenta que los hermanos Lumière presentaron su invento en 1895, habiéndolo patentado el año anterior.
Si por un instante nos detenemos a pensar lo que es en esencia el cine, seguramente todas las afirmaciones que hagamos nos darán como resultado un listado de propiedades similar al que realizamos sobre el “Teatro óptico”.
Hoy en día podemos afirmar que Up “es Cine”, ¿qué es entonces lo que aleja de este rubro a los cortos de Reynaud? ¿Por qué a los ojos de la historia es más importante el cine vivo o “de actores” que el animado? ¿Realmente habrán elegido a Up para abrir Cannes por su calidad, o simplemente no encontraron otro producto mejor con que exponer el nuevo sistema de cine digital 3d?
Lamentablemente el desinterés hacia sus obras en pos del cine fotografiado, llevo a Reynaud a un poco afortunado desenlace, la muerte lo alcanzo en una clínica siquiátrica, sumido en la pobreza, luego de haber destruido su invento a martillazos y arrojar la mayoría de sus Cintas al río Sena.
Pese a este malentendido histórico, todos los 28 de Octubre se celebra internacionalmente el día de la Animación, conmemorando la primera proyección, de la que se tiene registro certero, del Teatro Óptico en el museo de Grevin en París en 1982.
Por Ignacio Lavizzari
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