Alejandro Acobino concibió un cuerpo de obra radiante, destinado a perdurar. Entre sus textos se destacan Continente Viril (2003), Rodando (2007), Hernanito (2010) y Absentha(2010). El estreno de Enobarbo marca su desembarco en un teatro público. "La vida es como una obra de teatro. No importa cuánto dure, lo importante es prepararle un buen final", dice Atticus, un esclavo de Séneca, en la primera escena de la obra. Esta intriga político-teatral, escrita en el año 2000 y aun sin estreno, fue pensada para ser interpretada por Osqui Guzmán, quien ahora asume además su dirección. La acción transcurre en la Roma Imperial durante las últimas horas de vida de Nerón, el emperador con veleidades de artista. Con su característico ingenio, Acobino crea un juguete teatral, lírico y narrativo, en el que utiliza la distancia de la historia para dar una mirada corrosiva sobre el poder, el arte, la política y el destino de sus posibles (y, a veces, trágicas) vinculaciones.
La música original es de Tomás Rodríguez, el vestuario de Gabriela Aurora Fernández y la escenografía de Mariana Tirantte.
Enobarbo se presentará de jueves a domingos a las 21 h, desde el 18 de octubre hasta el 9 de diciembre.
Localidades: 230 pesos.
50 % de descuento para jubilados, docentes y estudiantes de instituciones públicas, con acreditación.
Las entradas están a la venta por Alternativa Teatral y en la boletería del Teatro (Libertad 815).
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