12 jul 2015
Mi hijo sólo camina un poco más lento (una pieza croata). De Ivor Martinić Dirección: Guillermo Cacace. En Sala Apacheta Studio.
Fotos: Vivian Porras
Branco padece una enfermedad en la que día a día va perdiendo movilidad. ¿Cómo se inscribe esta situación en lo familiar?¿Qué puede hacer él?¿Qué pueden hacer los que lo rodean?
En medio de esta realidad aparecen grietas por donde respirar otro aire.
Actúan: Aldo Alessandrini, Antonio Bax, Luis Blanco, Elsa Bloise, Paula Fernández Mbarak, Pilar Boyle, Clarisa Korovsky, Romina Padoan, Juan Andrés Romanazzi, Gonzalo San Millan, Juan Tupac Soler
Vestuario: Alberto Albelda
Escenografía: Alberto Albelda
Diseño de luces: David Seldes
Arreglos musicales: Francisco Casares
Fotografía: Viviana Porras
Asistencia de dirección: Juan Andrés Romanazzi
Directora asistente: Julieta Abriola
Dramaturgia: Ivor Martinić
Traducción: Nikolina Zidek
Dirección: Guillermo Cacace
Funciones: sábados 14 y 16.30 hs. y domingos a las 11.30 y 14 hs.
Duración: 75 minutos
APACHETA SALA ESTUDIO
Pasco 623, Capital Federal. Teléfonos: 4941-5669 / 1530142997
Web: http://apachetasalaestudio.blogspot.com
Entradas: $ 120 y $ 100 (descuentos a jubilados y estudiantes)
Reservas por Alternativa Teatral: http://www.alternativateatral.com/obra33486-mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento
Tráiler de la obra: realización: Mariano Asseff
https://www.youtube.com/watch?t=12&v=l0E-mM80rsw
Mi hijo sólo camina un poco más lento formará parte del FIBA 2015
Seis nominaciones a los premios ACE en los rubros: espectáculo teatro alternativo, director teatro alternativo, actriz teatro alternativo (Clarisa Korovsky y Paula Fernandez Mbarak), revelación femenina (Pilar Boyle) y revelación masculina (Juan Tupac Soler).
(…) Gracias Cacace por apostar al mejor teatro. En su espacio Apacheta él le muestra a los espectadores de qué hablamos cuando hablamos de teatro. Los actores de Cacace son mágicos. Si alguien quiere saber qué cosa es el teatro vaya a ver esta obra. Para hablar de teatro hacen falta directores como él, entre otros.
Osvaldo Quiroga, La otra trama
"Caminá mamá" es lo primero que se escucha en la obra Mi hijo sólo camina un poco más lento, de Ivor Martinic, que dirige Guillermo Cacace en la sala Apacheta. En el escenario, todos caminan, ruedan -se escuchará después- como rueda la Tierra. Pero existe (Eliot dixit) "el punto fijo del giratorio mundo", y es en torno de él que todo se organiza; aquí, en la obra todo da vueltas, en torno de quien no camina, del personaje que celebra sus 25 años, un eje de la vida, de la vida de un lisiado sobre una silla de ruedas. Hacia ese centro, ese dolor, se acercan o se alejan los personajes, aceptan o disfrazan ese dolor en carne viva y, a la vez, cada uno llega y se va con el suyo, pequeño o grande, siempre cotidiano, siempre humano, porque nada es blanco o negro, más bien gris, sin que entre demasiado la luz que haga insoslayable la verdad de sus vidas.
La obra transcurre en un día y ese día marca el paso de la negación -"mi hijo sólo camina un poco más lento"- a la aceptación -"mi hijo no camina"- y no es poco. Pero la mera verdad no basta, falta la entrega: hay un momento en que uno tiene que mirar la vida a los ojos y escupirla o abrazarla, abrazarla no por, sino, en general, a pesar de. y la madre duda, y como hija le pregunta al padre, ya cercano a la muerte, si valió la pena: "Esto., la familia., el dolor." El padre calla, generosamente, nos cede la palabra.
Hugo Mujica en El Outsider, La Nación Cultura
Excelente: Un drama coral que desemboca en el espectáculo teatral más poderoso que exhibe hoy el off porteño. El trámite de traducción y adaptación a nuestro código toma las nuevas alas de lo posible sobre este notable trabajo de puesta y dirección que firma Guillermo Cacace (...) En un elenco sin fisuras... cada personaje repite en sí la misma ceguera general de los que no quieren ver y transan el paliativo de una evasión sin salida.
Luis Mazas, Veintitrés
(…) personajes entrañables y hasta reconocibles (de la mano de un elenco alucinante). En cómo se expresan hay algo de lo excesivo pero también de lo genuino. Y Cacace maneja con maestría la lengua de ese exceso. Esa sinceridad permite que se diga la verdad más cruel y genere risa (…) la obra entera es un cross a la mandíbula, donde todo sucede provocando una sucesión de nudos en la garganta.
Ivanna Soto en revista Ñ de Clarín
http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/rostro-duro-verdad_0_1333066717.html
Brillante experiencia colectiva (...) lucidez estremecedora (...) Es una de esas obras que cada tanto sacuden el circuito teatral porteño irradiando una fascinación comprensible y difícil de explicar (... ) un equipo de intérpretes capaz de lanzarse contra los límites de la ficción.
Patricia Espinosa, Ambito Financiero
"Un hecho teatral tan vital, conmocionante y conmovedor que provoca simultáneamente asombro, risas y lágrimas por el contenido, el fenomenal elenco y la magnífica puesta de Guillermo Cacace. Uno de los grandes creadores del
teatro argentino.. Imposible perderse su visión."
Nora Lafon, Lo que el día nos dejó, Radio del Plata
El encuentro de la poesía con el teatro. Sobre la poesía de Hugo Mujica y esta obra.
Osvalvo Quiroga en Télam Suplemento Literario
https://issuu.com/suplementostelam/docs/slt179?e=0
Me deslumbró, por no afirmar que es deslumbrante, nada de la vida, ni su dolor ni su ternura, faltan allí, ni el amor ya serenado resignación o inventado por la memoria faltan, tampoco ni la histeria ni el delirio, ni lo que florece ni lo que muere. Es la vida en su cotidianidad, en su apenas anécdotas, pero que tanto por el texto, como por los actores y la tan multifacética como original puesta, más que anécdotas se ahondan nudos, arquetipos de la existencia, espejos del
espectador. (…)
Hugo Mujica
Una obra para apreciar en las mañanas de sol. En pocos minutos, la potencia escénica de los actores y lo que sucede adquiere tal fuerza, que es posible perder la noción de tiempo y espacio. Cada situación se sostiene por la enorme capacidad de los actores de vivir cada momento que interpretan, de construir esa realidad inasible. Para el final, queda el resto del domingo para que cada espectador –en palabras de Jacques Rancière– "componga su propio poema, con los elementos del poema que tuvo enfrente".
Mercedes Méndez, Tiempo Argentino
http://tiempo.infonews.com/nota/150557/una-obra-para-apreciar-en-las-mananas-de-sol
El nuevo espectáculo del prestigioso director Guillermo Cacace es una verdadera ceremonia teatral. Guillermo Cacace, que ha contado con un elenco de muy rendidores intérpretes, logra plasmar una puesta despojada y de mucha calidad, sutil en detalles, pródiga en recursos de distinta naturaleza escénica. Y sin otros efectos que los de la sola actuación. Una verdadera lección de teatro en estado puro.
Alberto Catena, La Nación
http://www.lanacion.com.ar/1788671-tensiones-de-familia
Aguda mirada sobre la familia. Una pieza admirable con influencias chejovianas. El equipo actoral conmueve (…) Una obra digna de permanecer para siempre en la memoria del espectador.
Isabel Croce, La Prensa
Con los sentimientos en primer plano.
Tema difícil con buenas actuaciones dirigidas por Cacace, sin golpes bajos, en una rica puesta.
Ana Seoane, Perfil
Pasaron tal vez 15 días de haber compartido Mi hijo sólo camina un poco más lento... todavía tengo imágenes fragmentadas, voces, atmósferas, respiraciones...
Es un abordaje de Cacace despiadado y desesperado y profundamente amoroso.
Aparece la síntesis poética y cuando esto ocurre en el teatro aparece el Arte.
Palabra a la que no le tengo miedo... sé que hoy como nunca es un lugar de resistencia, de creencia, de fe... Va mi agradecimiento y alegría para Guillermo y esos actores con esa mirada que quiero guardar.
Rita Cortese
Bajo la rauda luz del sol. El prestigioso director Guillermo Cacace, rodeado de un grupo nutrido de muy eficaces actores, construye un hecho teatral de peculiar intensidad. En pleno día. La pieza observa el trabajo que da y a veces el dolor que produce reconocer al otro.
Cecilia Absatz, revista Noticias
http://www.pressreader.com/argentina/noticias/20150627/281655368724704/TextView
Teatro un domingo a la mañana es una propuesta arriesgada. Pero resulta perfecta por tratarse de una obra luminosa, no sólo por la luz que ingresa a través del ventanal de Apacheta, sino también por la emoción generada que parece aumentar tras desp
ertarse en un día feriado. Una historia familiar, tierna y divertida.
Martín Wain, La Nación Revista
La infelicidad en familia. Lo que impacta de Mi hijo sólo camina un poco más lento es su delicadeza para demoler en varios niveles, como un boxeador elegante. Por momentos, provoca risas amargas, por otros, emoción; casi siempre una angustia existencial que traspasa generaciones. Sin moralejas. Con mecanismos teatrales que parecen simples y funcionan como epifanías, a la luz natural que entra por una ventana. Los personajes femeninos desbordan de intensidad; los masculinos, de ausencia. Diez actores en una coreografía de la tristeza. Se comprueba, no sólo en teatro, algo en común entre el alma argentina y la balcánica. Acá en una obra mayor, hecha con elementos mínimos.
Miguel Frías, revista Viva de Clarín
Muy buena. Un gran texto y once actores maravillosos que dan ganas de salir a abrazarlos. Sin duda la potencia de los diálogos va armando una de las mejores propuestas teatrales del año.
Hernán Firpo, Clarín
http://www.clarin.com/extrashow/teatro/Hijo-silla_de_ruedas-Cacace_0_1379262151.html
Y así es en "Mi hijo sólo camina..." Cómo se llama eso: puesta en escena, teatro, producto cultural, interpretación actoral, cómo? Simplemente sucede.El espacio sostiene el tiempo. Todo está a la vista y, sin embargo, hay una intensa develación.
Mientras, llamemos la obra, sucede allí estamos. Ni sé precisar haciendo qué? Luego todo se disuelve.
Por eso las personas tardamos tanto en aplaudir. Yo, al menos, para no ser lanzado al mundo organizado, gestual, reconocible. No quería desprenderme de lo sucedido afuera y adentro de mí, sin molestia. Claro, que hay que haber transitado el oficio, las herramientas, las exploraciones concretas, para llegar hasta allí. Pero a mí no me importa.
A mí dame más.
Jorge Huertas
Mi hijo sólo camina un poco más lento: dice la madre. Hoy, entonces, allí, en Apacheta, resguardados de la lluvia, todos: ellos y nosotros - tal vez estuvimos fingiendo un poco: nosotros fingiendo ser público y ellos fingiendo ser una familia; tal vez, entonces, todos estuvimos un poco más cerca y no nos dimos cuenta - pero ahora cuando cae la noche recuerdo aquel momento entre la fingida abuela y su fingido nieto y descubro un secreto, inexpugnable, leve, silencioso - como la vida de muchos: que discurre, así. Hasta el inexorable final. Guillermo Cacace y su grupo de actores detienen durante un tiempo al tiempo y nos permiten creer que hemos vencido (por un instante) a la muerte. O fingimos que hemos podido vencerla, sí. Teatro, entonces. Sean todos bienvenidos.
Alejandro Tantanian
Excelente puesta de Guillermo Cacace que muestra el corazón más dolido de la gente y su desesperanzada vocación para el amor. Un poco de esto habla la maravillosa pieza croata de Ivor Martinic. El elenco trabaja junto, parejo y compacto guiados por el gran Cacace.
Laura Ávila, Planeando sobre Bue
Conmovida aún con el trabajo de equipo de Mi hijo sólo camina un poco más
lento. Genial puesta y apuesta de Guillermo Cacace.
Gabriela Radice, Visión 7
http://television.data99.com.ar/video/SoEzcjrCa0c
Mi hijo sólo camina un poco más lento” es de una ternura descomunal, y de una belleza y de una destreza técnica impecables. Hoy a la mañana había un sol precioso y el fondo de la obra tenía esa luz, preciosa también, sin artificio, sin pretensiones más allá de la entrega. Entrega de corazón, a cada segundo. Una obra de arte como un caballo viniéndote al galope de frente, un caballo cuya musculatura en movimiento puede ser tan bella que no hacés tiempo a correrte, y te pasa por encima. Como cualquier ser con miopía, traté de objetivar, de pensar “qué bien, qué bien, como vuela eso y cómo viene directo hacia mí”, y traté de correrme e hice fuerza y sin embargo acá estoy, escribiendo esto porque me parece que si la recomiendo le hago un bien a alguien. En la obra, el grupo suspira al unísono en varias oportunidades. Yo creo que hay experiencias que te regalan un suspiro y es lo más difícil de regalar a veces. Es algo que está vivo y está pasando y te hace suspirar, creo, porque está pasando y porque salís y sigue pasando y te hace ver que alrededor tuyo la vida está pasando y sigue pasando también.
Mariano Saba
Que el teatro conmueva y emocione es algo que pocas veces se ve. Logra momentos inolvidables con actores de una singularísima claridad emocional. Un autor desconocido hasta el momento y la dirección de Cacace hacen de una mañana de domingo el momento ideal para dejarse llevar por la poesía de los cuerpos.
Luis Machín, actor
Hay puestas sobre las que cuesta escribir. Más que nada, por el gran bagaje con la que cuentan, haciéndose difícil el abordaje. Esto es una bendición. El sano ejercicio de dejar que las palabras y las sensaciones fluyan para conformar la visión de una obra que es, sencillamente, genial. Un mundo y una humanidad completa atraviesan a estos seres incompletos que conforman un combo tan reconocible que llama a la reflexión. Será allí donde el trabajo de Guillermo Cacace será sublime junto con el de un elenco a la altura de las circunstancias. Las actuaciones son sublimes y permitirán que cada espectador se aproxime a lo que plantea cada uno de ellos. Por eso, no será extraño que más de uno la vuelva a ver. Seguramente habrá algo nuevo para descubrir y, por sobre todas las cosas, sentir. “Mi hijo solo camina un poco más lento” es, sin lugar a dudas, una de las mejores puestas del año, con un todo de excelencia, comandado por la sabia batuta de Guillermo Cacace.
Daniel Gaguine, El Caleidoscopio de Lucy
http://elcaleidoscopiodelucy.blogspot.com.ar/2015/06/mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento.html
Otro conmovedor trabajo de Cacace como director. Donde hay un entendimiento pleno de un texto. Transformando en poesía lo austero. Convirtiendo un espacio limitado y un grupo de actores a la luz del día en una experiencia teatral de una intensidad infrecuente, poderosa, reveladora. Del tipo de obras donde todo lo que uno pueda decir es inútil; se debe ver, transitar y llevarla en la memoria como un recuerdo preciado, frágil y entrañable. En su aparente modestia, es un verdadero acontecimiento. Solitario y luminoso. Imperdible.
Santiago Loza, dramaturgo/cineasta
Recomiendo con efervescencia y ahínco una experiencia teatral que tuve hace una semana "Mi hijo camina solo un poco mas lento" (...) y actúan unos actores que se te revelan de un modo tal,que los amas para siempre .
Los sábados y domingos por la tarde en Apacheta. Vayan a temblar de emoción.
Alejandra Flechner, actriz
Linda tarde de sol y nosotros fuimos al Teatro, a meternos en la oscuridad de la sala. Por la ventana, al fondo del escenario, se intuía el resplandor del día. Y adelante, unos actores resplandecían, bajo el manto de un texto delicioso y una dirección sensible. Que alegría salir nuevamente al sol con los ojos brillantes y el corazón sacudido! Precioso trabajo. Gracias!
Paula Hernández
Buenísima la obra. La entrega de los actores, la sensibilidad de la puesta. Belleza de muchas cosas vivas ahí. Hermoso. Gracias.
Erica Rivas
Imperdible, único, extraordinario. Y un elenco perfecto. A no perdérsela!
Osmar Nuñez
Cacace encontró en la sinceridad su mejor antídoto para resaltar, mucho más que los sucesos en sí, sus consecuencias en los personajes. De esta manera, convirtió su trabajo una experiencia sensible sobre el dolor y sobre la experiencia humana, o al menos sobre muchos de sus matices. En su política de franqueza, Cacace no pone el énfasis en que nos creamos el artificio, sino que nos invita a entrar a la historia por la puerta del costado, a partir de la exhibición de todos los mecanismos enunciativos de su puesta. Todo en esta puesta repite: esto es una ficción, y puede pegar más que la realidad.
Natalia Laube, Mi Teatro Favorito
http://miteatrofavorito.tumblr.com/post/119029950306/mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento-de-ivor
Ir más allá de las estructuras de obediencia del neocostumbrismo y el melodrama del teatro porteño con la estrategia de una actuación espectral a base de un realismo afectivo-corporal, que implican al espectador en una nueva experiencia de encuentro, donde hay que deponer las armas como en el
acontecimiento discursivo de la declaración amorosa; vérselas con una lengua extranjera –un texto escrito por otro- y saber inventar un modo de existencia escénico con procedimientos singulares como suele y puede hacerlo el sujeto afectivo del poema que cambia los modos de vida, es caminar bastante lejos.
Silvio Lang, director
Recomiendo mucho, muchísimo, la hermosa y potente obra del gran Guillermo
Cacace y su maravilloso equipo. Gracias! Felicitaciones de nuevo a todos y por favor, no se la pierdan!
Celina Murga, cineasta
Impecable, poético y conmovedor. Lo que Guillermo Cacace y "sus" actores hacen en el espacio de Apacheta es algo así como una bendición para los amantes del buen teatro. Emociona, conmueve (mueve con) identifica, despierta sonrisas, suspiros, inquieta, acaricia, calma y renueva.
¡Cacace, me saco el sombrero, cada día dirige mejor!
Beatriz Pustilnik, dramaturga/investigadora
El lenguaje universal de los lazos familiares.
Nueva obra expone red disfuncional de emociones que va del drama al humor.
Mi hijo sólo camina un poco más lento es una pieza fuerte, emocional, inteligente y universal que reflexiona sobre estos hechos, apelando a la empatía de su público en todo momento, y que nos demuestra que las relaciones de sangre son los mismas en cualquier idioma y latitud.
Máximo Pereyra Iraola en Buenos Aires Herald
http://www.buenosairesherald.com/article/191320/the-universal-language-of-family-bonds
Fui al teatro a las once y media. No de la noche - de la mañana. Había visto la obra, me había gustado. Y ahora me invitaron a verla de nuevo, esta vez de día, con la luz de un domingo soleado que entró por la ventana. Ese hecho cambió radicalmente la impresión. La luz natural formaba parte de la puesta en escena. Vi otra obra. Valió la pena volver. Hay que verla, esa obra del joven croata Ivor Martinić. Y hay que verla dirigida por Guillermo Cacace. Y Felicitaciones a todo el equipo! Once actrices y actores, ¿cuándo hemos visto eso por última vez? ¡Bravo a todos!
Hartmut Becher, agente literario
Suceden vínculos que conmueven, suceden nudos en la garganta, suceden risas que quiebran la tensión. Y un juego de ritmos increíbles. Sucede teatro en
toda su expresión. Bella, conmovedora, con un nivel de actuación impecable, con una dirección brillante, con un texto entre la caricia y la cachetada. Una de esas puestas, definitivamente, inolvidables.
Mónica Berman en su blog Máquina de Escribir
http://amonicaberman.blogspot.com.ar/2014/12/mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento.html
Lo curioso de esta puesta en Apacheta es que –imaginemos- si uno no tuviera el “dato” de que la obra es croata, podría perfectamente pensar que está frente a una producción, excelente y epigonal, de aquella productiva vertiente de obras porteñas sobre mundos familiares disfuncionales que irrumpieron a fines de los noventa y poblaron durante más de una década nuestro teatro.
La obra va a las 11.30 de la mañana de los domingos, hora ritual si las hay. (…) la elección del horario le da a todo un brillo especial: luz diurna acompañada de luces complementarias, en un entorno de barrio que vive, dominguero...
Ignacio Apolo, dramaturgo
http://la-diosablanca.blogspot.com.ar/2015/04/sobre-mi-hijo-solo-camina-mas-lento-de.html
Me vuelven las sensaciones de la obra, de lo más bello y conmovedor que vi en los últimos tiempos... de esas obras que cuando salís sentís que te volviste a enamorar del teatro.
Carolina Adamovsky, actriz/directora
La experiencia teatral que nos ofrece esta obra es arrolladora.
Guillermo Cacace es un hechicero. Mi hijo sólo camina un poco más lento, imperdible. Inolvidable por ser, de principio a fin, tan pero tan entrañable.
Mariana Mazover, Puesta en Escena
http://www.puestaenescena.com.ar/teatro/2171_nombrar-para-vivir.-mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento.php
Es un grupo humano donde se mezclan actuantes, donde pareciera que hay actores y no actores que relatan sensiblemente una historia dura de amor familiar. El trabajo de la dirección se vale de elementos de distanciamiento, de un relator, de miradas al público... logrando amalgamarlo poéticamente. El espacio, la luz sutil que apoya la luz de día, domingo, temprano. Todo transcurre en el tono de una amable teatralidad...
Luis Ziembrowski
Todo empieza antes, con los mates que ceban y ofrecen los actores, con las palabras y las muestras de afecto del director a su actriz octogenaria, con las miradas. Y nos sabemos cuándo termina, cuándo dejará de resonar en nosotros esa enigmática energía, tan perturbadora como verdadera y amorosa. Se trata de una pieza croata escrita por Ivor Martinić y la va de familias disfuncionales. Este último dato puede desalentar porque esa temática ha saturado los escenarios porteños durante muchos años. Pero no. Es otra cosa, en gran medida gracias a la mano cariñosa y singular de un director fuera de serie, que sigue sus impulsos y su propio camino. Guillermo Cacace escribe la obra (el bello e inquietante texto de Martinić) en el cuerpo, en nuestro cuerpo, en el cuerpo de los actores. Logra que la palabra nos traspase, nos haga vibrar, nos modifique. Cacace construye su puesta lejos del realismo, lejos de las soluciones fáciles y lejos de los lugares comunes. Cada actor tiene su momento, cada uno se luce y a la vez deja que el otro se luzca. Se entregan al otro y se necesitan. No gravitan alrededor de nadie sino a favor del fuego sagrado, de la teatralidad en estado puro. Aunque visten equipos deportivos están desnudos, expuestos en toda su fragilidad. Como nosotros.
Verónica Escalente, Leedor.com
http://www.leedor.com/contenidos/teatro/mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento2
Mi hijo sólo camina un poco más lento arranca con una especie de maratón en que unos actores arrastran a los demás y todos juntos giran y nos van arrastrando a nosotros, espectadores, a un viaje con esta familia como todas y como ninguna: desmesurada, dolida, amorosa, temerosa de la muerte y del sufrimiento. Con enorme libertad Cacace narra en escena la historia cómplice de actrices y actores únicos, irrepetibles. Allí están, en poco más de una hora, planteadas todas las preguntas más acuciantes y las eternas: sobre la vida y la muerte, sobre el sentido del dolor humano, sobre la fuerza del amor. Entre todos logran un momento teatral muy alto que no en vano está teniendo la repercusión que tiene. Felicitaciones!!!
Hugo Urquijo
Desde ayer trato de retener la emoción que me produjo ver “Mi hijo solo camina un poco más lento”. No quiero que se me vaya, es un trabajo precioso. Precioso y arriesgado como vi pocos… Decir que los felicito es ñoño, pero los felicito. Han vuelto simple y conmovedora la convención teatral. Las decisiones de dirección me parecen solidas... excelentes. Hay que ser capaz de ocupar esos sitios.
Valeria Lois, actriz
(…) me gustó mucho… me gustó ir un domingo... me gustó ir de mañana… me gustó ver una puesta rigurosa y tremendamente vital y antisolemne a la vez... me gustó ver desplegado un enorme campo emocional en actores que nunca había visto actuar. Me gustó ver distintas historias de amor… me gustó ver a una sala, a un autor… y sobre todo ver a un director y a su elenco hacerle honor a la aventura de actuar.
María Onetto, actriz
(…) con actuaciones notables, con un compromiso de los cuerpos y las voces que brindan mágicos momentos… Pocas obras teatrales tienen la particularidad de conmover e implicar del modo en que lo hacen con “Mi hijo sólo camina un poco más lento” Guillermo Cacace y el elenco. Los espectadores en situaciones como está, no pueden menos que agradecer.
Daniel Cholakian, Leedor y Bajo el Volcán
http://www.leedor.com/contenidos/teatro/mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento
De ahora en adelante, cada vez que escuche el tema musical de la obra , va a ser imposible no tener alguna imagen u ojalá alguna emoción de las que me
llevé de Mi hijo camina sólo un poco más lento.
Martín Flores Cárdenas, director
Muy buena, la obra, todos los trabajos, la dirección. Me encantó y me emocionó mucho. No dejen de verla.
Stella Galazzi, actriz
¡Qué manera de llorar un domingo a la mañana! Muy fuerte el efecto de levantarse temprano y salir para asistir a una puesta teatral potentísima en un horario infrecuente; algo que te encuentra con la guardia baja, como en las mejores sesiones de terapia matinales.
Martín Liut, músico
En Mi hijo sólo camina un poco más lento hay dos protagonistas. Por un lado está la historia, el conflicto. Por otro lado su modo de contar, la maestría de Cacace (su director) y su equipo para narrar desde todos los rincones. El resultado de la combinación de estas dos variables con actuaciones perfectas hace que este cuento croata (lo escribió Ivor Martinic a los 26 años) se vuelva el cuento de cada uno. Es muy difícil contarles y recomendarles esta obra sin hacer referencia a lo que me pasó a mí cuando la vi. Es una experiencia. Con esto quiero decir que es más que un acontecimiento teatral porque ir a ver Mi hijo sólo camina un poco más lento es algo que yo viví, que me dejó con la cabeza agitada toda la semana y que seguro me va a servir como criterio de acción en el futuro.Mariano Saba dice que cree que si recomienda esta obra le hace un bien a alguien. Por eso estoy segura que estoy haciéndoles un bien grandísimo.
María Beatriz Delpech, Brandy con caramelos
http://brandyconcaramelos.com/2015/07/01/mi-hijo-solo-camina-un-poco-mas-lento-teatro/
(…) no es sólo un excelente espectáculo. Es una manera de hacer teatro, es una forma de respetar la vida, es poner incómodo al espectador para que se vaya pensando en cuestiones en las que no queremos pensar. Porque incomodan, justamente. La propuesta es arriesgada, intensa, brava. El grupo de actores rompe formas. Arriesgan, apuestan, provocan. La mirada del director sobre esa obra es de un bordear los límites, un huir por la tangente de lo establecido, un "terremotear" emociones. El público ríe, llora, vuelve a reír, vuelve a llorar y, en el final, ovaciona mudamente porque ha quedado sin palabras. Gracias Guillermo Cacace por el talento, por esa aventura teatral tan aguerrida, tan profunda. Uno de esos acontecimientos teatrales que una recordará una y otra vez, y pondrá de ejemplo mil veces, y sacará del arcón de los tesoros en algún momento en que la imaginación falte a la cita.
Stella Matute, actriz
Osvaldo Quiroga habla de la obra en su columna teatral en el programa de Víctor Hugo Morales en radio Continental
http://www.continental.com.ar/escucha/archivo_de_audio/teatro-osvaldo-quiroga-recomienda-mi-hijo-camina-solo-un-poco-mas-lento-de-igor-martinic/20150417/oir/2722503.aspx
Entrevista a Guillermo Cacace en revista Llegás por Juan Ignacio Crespo
https://issuu.com/revista_llegas/docs/revista_lleg__s_195?e=0
Todas las mañanas del mundo. Se presenta los domingos por la mañana y el texto es de un joven dramaturgo croata. Dichas así, las coordenadas de la pieza Mi hijo camina solo un poco más lento, de Ivor Martinic, suenan a propuesta excéntrica. Pero la obra dirigida por Guillermo Cacace viene recogiendo críticas efusivas y muchísimo público gracias a su densidad emotiva, los extraordinarios actores que van de los 20 a los 80 años y el despojo total de una puesta a luz del día.
Por Mercedes Halfon, en suplemento de Cultura Radar de Página 12
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-10731-2015-07-05.html
Un director que se afianza Guillermo Cacace un director cada vez más notorio que logra llenar su sala un domingo a la mañana.
Por Carlos Pacheco, en diario La Nación
http://www.lanacion.com.ar/1788097-un-director-que-se-afianza
Con luz propia Por la mañana, con la luz del sol, se exhibe una obra “distinta” que propone un viaje emotivo imperdible.
Por Javier Firpo en La Razón
http://www.larazon.com.ar/show/luz-propia_0_690300024.html
Un dramaturgo croata que pone a la familia bajo la lupa.
El autor pasó por Buenos Aires como parte de un festival internacional; dos
de sus obras se presentaron aquí dirigidas por Cacace.
Por Carlos Pacheco, en diario La Nación, en diciembre de 2014
http://www.lanacion.com.ar/1751862-un-dramaturgo-croata-que-pone-a-la-familia-bajo-la-lupa
Este espectáculo se estrenó en el marco del Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América 2014 y participó de la Selección Obras de teatro CABA 2015.
Ivor Martinić es uno de los representantes más jóvenes de una nueva generación de dramaturgos en su país. Su acotada producción alcanzó rápidamente gran repercusión. Nació en 1984 en Split, Croacia. Egresó como dramaturgo de la Academia de Artes Dramáticas de Zagreb. Es autor de dramas, radiodramas y guiones. Su Drama sobre Mirjana y los que la rodean fue estrenado en 2010 en el Teatro Dramático Yugoslavo de Belgrado (Serbia), mientras que la obra Mi hijo sólo camina un poco más lento fue estrenada en el Teatro Juvenil de Zagreb, Croacia en 2011. Ambas obras tuvieron varias puestas en escena y fueron galardonadas. Sus obras han sido traducidas a idiomas extranjeros y recibió varios premios como autor.
Esta obra que se estrenó en el marco del Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América 2014 en manos del director Guillermo Cacace, quien ha opinado de estos materiales: (…) Entiendo que algo que me atrajo mucho del material es que tematiza una suerte de esperanza que se erige sobre las ruinas… Hay cierto juicio en estado de suspensión que la obra propone y me resulta muy estimulante, permite mirar la cicatriz y decir: esta marca no se borrará nunca, cada tanto volverá a doler pero mientras tanto hagamos lo posible por no pasarla tan mal.(…)
(…) El autor es una persona muy joven… tiene apenas 29 años y –hasta donde yo sé- tres obras escritas. Las tres las he podido leer y me parece que poseen una sensibilidad exquisita en el marco de un lenguaje teatral que fluye de un modo poco usual. Es una textualidad sumamente generosa para con los intérpretes. Los diálogos se desarrollan sin estridencias y todas las rupturas en la continuidad del tiempo, el espacio o la lógica de los personajes emerge con delicadeza sin imponerse, aparece por necesidades de la trama, sin ánimos de poner su estilo por delante del acontecimiento que propone (…)
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