Dos hermosas mujeres entomólogas dedicadas al estudio de las mariposas, se relacionan entre ellas a través de una relación de sensualidad, sometimiento y sadomasoquismo. La trama se sucede con una narrativa poderosa y atractiva, y nos vamos dando cuenta de que Evelyn en realidad no era la sometida y Cinthia la dominante y que las relaciones no son tan claras como lo que se deja ver. La fugacidad de la vida de las mariposas y la fugacidad del amor (o sus peripecias) se van ajustando a las transiciones de la película y ya no hay simplemente dos mujeres disfrutando de sus cuerpos (nunca será sólo eso). La nueva película de Peter Strickland, (director de Berberian Sound Studio) trabaja dulcemente los momentos del amor y sobretodo los de la atracción física y su agotamiento, algunos de los momentos que pueden parecer banales o pasar desapercibidos son transformados en minutos de intensa belleza de lograda intensidad fílmica (ayudada no sólo por las dos excelentes actrices, sino también por la prolijidad en la fotografía) en donde la música y los sonidos son protagonistas de la misma manera que los perfumes (sí, los perfumistas aparecen incluso en los créditos) y los objetos.
Lucía Luna
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