Las ruinas del desencanto se parecen al filtro de la pileta, que falla inoportunamente, convirtiendo a los personajes al borde de un agua que no llega a purificarse en seres confusos y territorialmente erróneos. Por ahí flota la traición de lo irresuelto, de lo que no se resolverá jamás, el patetismo de las fiestas de fin de año, las pérdidas amorosas y lo que queda del tiempo, que no es mucho para los ven que comienzan a perder la gracia y a tratar de encontrarla en un auto deportivo o en levantes desubicados en las fiestas ajenas y equivocadas. Amable como una tarde cercana a las fiestas cuando el vacío se agiganta y uno no puede dejar de sentirse fatalmente solo. Con grandes actuaciones de Mirás, Anaya (la intérprete increíble de los films La Piel Que Habito y Hable con Ella de Pedro Almodóvar), Bigliardi, Lamothe y una notable perfomance entre la desazón y la congoja de Bertucelli.
Roberto Camarra, especial para www.rayoverde.com.ar
Pensé Que Iba a Haber Fiesta. De Victoria Galardi.
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