El gran Farruquito, Juan Manuel Fernández Montoya, trajo a Buenos Aires y antes de Rosario, Santiago de Chile y Mendoza, lo más profundo de la música y del flamenco, tocó con los tacones de sus zapatos el tablado del mítico Gran Rex.
Nieto del Farruco e hijo del Moreno y la Farruca, el bailaor, se presentó en el Teatro con lo más profundo sentir. El bailarín, retirado de los escenarios por haber provocado un accidente que lo llevó a la cárcel, reencontró en la música lo que había perdido.
En Corrientes 857 y con entradas desde $ 150.-
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