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18 abr 2012

BAFICI: Foco: Boca de Lixo



La Cultura Cinematográfica Perdida de Boca do Lixo en el 14º BAFICI

Boca do Lixo (Boca de Basura) es, antes que nada, un lugar físico en el centro de San Paulo que se extiende a lo largo de unas cuadras del barrio de Santa Ifigenia, detrás de la terminal de trenes más importante de la ciudad. La gran cantidad de robos y prostitución que había en la zona le valió su nombre en el mundo del cine (para fines de los ochenta, el área era más conocida como “Cracklandia”). Absolutamente desprovista de glamour, la Boca fue el lugar donde jóvenes productores se instalaron con muy poco o ningún presupuesto. El ethos de la clase trabajadora del barrio les proveyó de una infraestructura de producción: materiales de construcción para los sets, utilería, comida, vestuarios… todo era proporcionado de manera local y económica. El dueño de un restaurant podía hacer el catering de una película a cambio de la promesa de una parte de las ganancias. La cercanía con líneas ferroviarias importantes también le sumó la facilidad para enviar películas a cines todo a lo ancho de Brasil. A principios de los ‘50, en la arteria principal de Boca, la calle Triunfo, ya se habían instalado numerosas pequeñas productoras y distribuidores. Para finales de la década siguiente, la calle Triunfo era un núcleo de jóvenes realizadores, estrellas, periodistas, estudiantes, y mucho más. Los exiliados de los grandes estudios y los jóvenes intelectuales se congregaban en la Boca; la rareza de un centro de producción rápido-y-sucio generó que los productores fueran más proclives a correr riesgos con material poco convencional. Para 1973, la Boca do Lixo estaba atravesando su época de oro. En 1980, la famosa El imperio de los sentidos (1976) de Nagisa Oshima se volvió un inesperado éxito artístico en Brasil, vendiendo cinco millones de entradas y estableciendo un precedente para producciones hardcore. Los censores dejaron hacer, obligando a los productores de la Boca a abordar los, hasta entonces, vírgenes extremos sexuales de la pornochanchada. Rápidamente proliferaron los cines XXX. La cantidad de películas hardcore producidas en la Boca llegó a la enorme cifra de 500. Pero en cuanto se estrenaron cincuenta films hardcore americanos, la demanda de películas de la Boca simplemente se agotó.


Fuk fuk à brasileira (Brasil, 1986) de Jean Garret

Sátira de la lucha de clases apenas disfrazada de pornochanchada, Fuk fuk à brasileira es uno de los trabajos más extraños que hayan salido de la etapa hardcore de Boca do Lixo. Mezclando comedia slapstick y surrealismo, la película está protagonizada por el prolífico actor enano Chumbinho en el rol de Siri, un sirviente doméstico/esclavo sexual que escapa del cautiverio al que lo somete una pareja adinerada y se embarca en un viaje onírico a través del mundo subterráneo del anhelo sexual reprimido. Las aventuras episódicas de Siri, que arrastra un baúl de consoladores, incluyen un roce con una pareja caliente en un albergue para vagabundos y un encuentro casual en la playa con un caballo que habla. Eventualmente, el personaje se descubrirá trabajando de sirviente otra vez, pero esta vez en un burdel, donde descubrirá una nave espacial con la forma de un pene gigante.


JU 19, 19.30, Lugones


O império de desejo (Brasil, 1981) de Carlos Reichenbach

Una viuda llamada Sandra viene de la ciudad para reclamar su remota casa en la playa, que fue ocupada. En el camino, recoge a una pareja hippie y eventualmente les ofrece ser los cuidadores de su casa de vacaciones en la costa. Logra desalojar a los invasores con la ayuda de un sinvergüenza llamado Doctor Carvalho. Cuando su novio llega, se dispara un trío erótico repentino. Al mismo tiempo, Sandra se horroriza con las historias de un “ángel vengador” que vive en el área y mata vagos incultos, lo cual le agrega un contrapunto de violencia al clima de euforia. O império do desejo fue el primer film brasileño en ser etiquetado como “espectáculo pornográfico” por los cada vez más permisivos censores militares, y estrenado en cines libremente, lo cual sentó un precedente importante en la cultura cinematográfica del Brasil de los ochenta.


MI 18, 19.30, Lugones / SA 21, 21.45, Lugones


Oh! Rebuceteio (Brasil, 1984) de Cláudio Francisco Cunhas

Ok, vamos con el primer intento de tacklear ese título extraño e impronunciable. El “Oh!” es obviamente un tributo a la innovadora farsa de Broadway Oh! Calcutta, de Kenneth Tynan. “Rebu” en portuguese implica una situación muy confusa. “Rebuceteio” es la conjugación de “rebu” y “buceta” (término vulgar para denominar el órgano sexual femenino) y el sufijo “io” denota un carácter colectivo. ¡Así que quizás, sabiendo todo esto uno puede armar su propio título! Oh! Rebuceteio se concentra en un grupo de actores seleccionados para una producción de teatro experimental y desesperados por contentar a su egomaníaco director (interpretado por el mismo Claudio Cunha). Esta parodia hardcore de Chorus Line es una de las películas de sexo explícito más inesperadamente embriagadoras y complejas que jamás se hicieron en Brasil, una que ingeniosamente destruye las nociones tradicionales acerca de mirar pornografía.


JU 19,00.15, Malba / SA 21, 00.15, Cosmos


A opçao (ou: As rosas da estrada) (Brasil, 1981) de Ozualdo R. Candeias Combinando el registro documental con actuaciones, Candeias se sumerge en las profundidades de la realidad cotidiana de un grupo de mujeres rurales que cortan caña de azúcar y viven modestamente en barrios destartalados al costado de la ruta. Para muchos, la única vía de escape (u opción, como sugiere el título) para una vida potencialmente mejor es la prostitución. Candeias, un ex camionero, ofrece una conmovedora visión de estas comunidades, basada en experiencias de primera mano. Filmada en un duro blanco y negro en una época en la cual la mayoría de las producciones de Boca do Lixo se habían pasado al color, A opçao se desenvuelve poderosamente con unos pocos movimientos silentes. Culminación del interés de Candeias por la marginalidad y de su oficio como cineasta (además de dirigir, también hizo cámara, editó, escribió y actuó en el film), A opçao recibió un inesperado reconocimiento en la forma de un Leopardo de Bronce en el festival de cine de Locarno.


VI 20, 22.00, Lugones

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