Casi humanos
El miedo a lo joven, el terror al niño que está por venir a pisar lo viejo
posee en Diario de la Guerra del Cerdo (1) (2), una asfixia terminal. Pero si en el texto de Bioy
los viejos están a la defensiva, algunas historietas y luego films como Batalla
Real (3) provocan el terror
de lo que envejece y de lo que vendrá y llevan al universo de los adultos a la
contraofensiva, imperio de las imágenes mediante, a través del exterminio en un
juego mortal de los estudiantes de colegio. Hoy, ejemplos como Los
Juegos del Hambre (4)
todavía realizan premoniciones de una televisión hegemónica en la cual el formato omnipresente reality show y el entretenimiento continuo son los
reyes y a los pibes se los sacrifica para que nunca ocurra lo nuevo. Pero nada
dicen de otro tema central: el cine ha desaparecido en estas películas. La
película se ha convertido en otro género, un videojuego animado de
características insidiosas, vacuas, ininterrumpidas, panópticamente orwellianas.
(5)
La película como objeto en sí, ya no está. Intenta resistir, como los
viejos lo hacen frente a los niños en los films, contra el credo omnipresente
de los juegos electrónicos que es subir niveles, atacar objetivos para
exterminar o ser exterminado que son su argumento y su fin. (6)
Viejas películas de la década del 80, como Top Gun o Reto al Destino,
(7) que hablaban de la formación
militar también lo hacían en algún punto de la familia sustituta, de la
búsqueda del hogar, del entrenamiento y del honor en la pomada de los zapatos: extraño
microcosmos, pero en todo caso la historia, sin lecturas políticas que
excedieran el marco de la guerra fría; la historia emocional se concentraba en
los personajes, que sufrían, engañaban o morían de dolor, que incluso amaban, a
diferencia del juego bipolar del video game hecho, como la mayoría de las
películas de hoy por y para chicos, juegos de matar y entrenarse para matar o
morir, y seguir subiendo de nivel, en red, para apuntar y disparar: residuo de
la distopía culpable que lucra con la militarización de la niñez que
desarrollan hasta el horror After Earth o El Juego del Ender. (8)
Porque ahora estamos en los tiempos del video juego, en el que cada cual
elige su propia aventura, sin crítica alguna al único movimiento pendular del
ganar o perder, en una red virtual en el que la amistad o la competencia son
funcionales a disparar o explotar, a bombardear o morir. En general a
exterminar metafóricamente a gente de países periféricos como el nuestro,
intuimos, aunque estemos representados en las películas o en los videos, como
insurgentes o insectos.
De algo así habla El Juego de Ender, (8) en donde el entrenamiento académico
militar físico y a través de pantallas, el juego virtual de la guerra auténtica
lo juegan los jóvenes, porque los adultos se encuentran fuera de la forma de
pensar de alguien de 15 años, de sus códigos y de su apropiación de las
herramientas virtuales. Los pibes de 15 años llevan las cosas adelante y
probablemente sean capitanes del Imperio y dirijan las películas y tomen las
bebidas que ellos mismos se sirvan en el candy bar del complejo, en breve. Así
estamos, los pibes son más veloces, pero no más sabios, parece sostener el
film: pueden creer que es un juego, pero los adultos pueden manipular y aún con
las mejores intenciones es posible que el otro acabe exterminado. Palabras como
genocidio o guerra preventiva se dicen en El Juego del Ender, pero los
protagonistas siguen siendo chicos, perdidos en una representación en la cual
ya no está el cuerpo, el cuerpo físico: avatares o drones de la muerte de
otros. La contradicción utopía-distopía que planteaba el film de James
Cameron
(9) en realidad no existe. El cuerpo
es reemplazado pero no importa más que el ahora, y el ahora es a matar o morir,
únicamente un juego de supervivencia: carne de cañon, los cuerpos en las
películas ya no serán, reemplazados por animaciones e imágenes de síntesis,
como ya ha ocurrido con los decorados. ¿Qué quedará para nosotros entonces?
Anacrónicos viejos de lo ido, gracias a la gravedad viajaremos por el espacio
sin el dolor del peso de los huesos, buscando el contacto de las lejanas
galaxias en donde queden otros cuerpos, aunque tomen la forma de los insectos,
al menos cuerpos que exuden transpiración, ancianos cuerpos de dolor y vejez,
cuerpos que sueñen con películas, películas que no hablen de matar, recargar,
poner en la mira y destruir: simples películas que sean como lo último que nos
defina vivos.
Roberto Camarra
1.- Bioy Casares, Adolfo. Diario de
la Guerra del Cerdo, publicado en 1969.
2.- La Guerra del Cerdo, (1975),
Argentina, es la versión fílmica del libro de Bioy, dirigida por Leopoldo Torre
Nilsson. Con José Slavin y Marta González.
3.- Batalla Real, (2000), Japón,
dirigida por Kinji Fukasaku. Adaptación de la novela de Koushun Takami.
4.- The Hunger Games, novela de
Susanne Collins publicada en 2008. Versión fílmica de Gary Ross (USA, 2012). Protagonizada
por Jennifer Lawrence, Stanley Tucci y Donald Sutherland.
5.- El escritor de origen británico George Orwell escribió en el año 1948
la distopía 1984, e invirtió los
últimos dos números del año de su escritura para situar la forma de aparición
de la dictadura en el futuro de la tierra. Hay una versión fílmica de 1984, precisamente, filmada por Michael
Radford en Gran Bretaña con John Hurt y Richard Burton.
6.- Los video juegos venden más que las películas o la música. http://www.itespresso.es/los-videojuegos-venden-mas-que-la-musica-o-el-cine-33517.html http://www.tuexperto.com/2009/01/28/los-videojuegos-venden-mas-que-el-dvd-y-el-blu-ray-juntos/
Es interesante en este punto la película Juegos de Guerra, que prefigura los juegos virtuales de la guerra y
el manejo adolescente de la tecnología. (War
Games, USA, 1983. Dirigida por John Badham)
7.- Top Gun (1986, dirigida porTony Scott con Tom Cruise y Kelly
McGuillis). An officer and a gentleman,
(1982, Taylor Hackford). Protagonizada por Richard Gere y Debra
Winger.
8.- Dirigida por Night Shyamalan e interpretada por Jaden y Will Smith, After Earth (USA) se estrenó en 2013.
Basada en la novela de Orson Scott Card, Ender’s
Game, (USA, 2013) está dirigida por Gavin Hood. Con Harrison Ford, Ben
Kingsley y Assa Butterfield.
9.- Avatar (USA, 2009). Dirigida
por James Cameron, su costo superó los 400 millones de dólares para su lanzamiento
y su recaudación los de 2 mil millones y plantea, entre otras cosas, el uso de
imágenes de síntesis en reemplazo del cuerpo.
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