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Luego de la maravillosa Criatura de la Noche, tenemos una obra sensible y única sobre las madres y padres y el atravesar la infancia, a los 9 años, de un verano extraño.
Hoyten Van Hoytema nos lleva por una fotografía que es muy delicada para apreciar en una primera mirada, y que poco a poco nos hace doler el corazón. Una historia con color y luz a lo Veermer, un tiempo de la espera, de los accidentes en el granero, de la maravilla de ver crecer un renacuajo, de sentirse solo/a incomprendida en el mundo, de temer caer al agua, un mundo de los adultos, ebrios y ausentes, en otra dimensión, confundidos; un universo hecho de pequeños actos crueles de las niñas más grandes, mientras uno es una niña de pocos años y siente el abandono en las moscas de verano que revolotean en los desperdicios en la casa.
Un film que es un acto maravilloso: como volar por un cielo azul en un globo gigante y al sentir el viento, cerrar los ojos.
Roberto Camarra
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